A principios de 2016, el gobierno francés anunció que, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la energía sostenible,
tenía previsto construir en los próximos cuatro años 1.000 km de
carreteras pavimentadas con paneles fotovoltaicos de última generación,
unas instalaciones que podrían producir energía suficiente para
abastecer a cinco millones de personas.
Muchos tomaron este anuncio con escepticismo, pero menos de un año después el país galo ha inaugurado la primera autopista solar Wattway de su proyecto.
Se trata de un tramo de carretera de un kilómetro de longitud ubicada
en Tourouvre, una pequeña ciudad de Normandía. La vía ha sido
pavimentada con 2.800 metros cuadrados de paneles solares recubiertos
con una resina protectora, que están conectados a la red eléctrica local
para suministrar energía para el alumbrado público y otros usos.
A principios de 2016, el gobierno francés anunció que, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la energía sostenible,
tenía previsto construir en los próximos cuatro años 1.000 km de
carreteras pavimentadas con paneles fotovoltaicos de última generación,
unas instalaciones que podrían producir energía suficiente para
abastecer a cinco millones de personas.
Muchos tomaron este anuncio con escepticismo, pero menos de un año después el país galo ha inaugurado la primera autopista solar Wattway de su proyecto.
Se trata de un tramo de carretera de un kilómetro de longitud ubicada
en Tourouvre, una pequeña ciudad de Normandía. La vía ha sido
pavimentada con 2.800 metros cuadrados de paneles solares recubiertos
con una resina protectora, que están conectados a la red eléctrica local
para suministrar energía para el alumbrado público y otros usos.
La compañía gala Colas, una filial de la constructora Bouygues dedicada a
las infraestructuras del transporte, es la empresa que está detrás del
desarrollo de la carretera solar Wattway. La vía se compone de unas losas con un tamaño de 15 cm que integran células fotovoltaicas. Proporcionan
la misma resistencia que el asfalto convencional y se puede instalar
directamente sobre el pavimento existente, por lo que no hace falta
construirlas desde cero. "Este nuevo uso de la energía solar se puede
aprovechar en amplias áreas de la infraestructura vial ya en uso para
producir electricidad sin ocupar nuevos inmuebles", asegura en un
comunicado Ségolène Royal, ministra francesa de Ecología. El tramo de pavimento solar recién inaugurado de la carretera de Tourouvre es utilizado por un promedio de 2.000 vehículos al día,
un tráfico suficiente para poner a prueba la resistencia de los paneles
solares de Wattway y analizar cuánta energía son capaces de generar.
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